En una época en la que los videojuegos más exitosos son los más ambiciosos, los de mayor presupuesto, y los que más horas de contenido ofrecen, siempre es refrescante encontrarse con un juego más pequeño, que sabe exactamente lo que quiere hacer y se atiene solo a eso. Tal es el caso de Sifu, el nuevo lanzamiento del estudio francés indie Sloclap, que tiene todo para ser considerado uno de los mejores juegos del año.
Sifu es un beat ‘em up basado en artes marciales, en el que controlas un protagonista que busca vengar la muerte de su padre. Para esto debe derrotar a cinco maestros de kung fu (y un centenar de enemigos en el camino), y lo hace con la ayuda de un talismán mágico que, cuando muere, lo revive pero cada vez más avejentado. En Bolavip Gamer ya lo probamos, y a continuación te contamos todo al respecto.
La historia de Sifu parte de esta premisa básica, contada a través de un prólogo que nos introduce al relato de una manera muy interesante, y a la vez sirve para que aprendamos las mecánicas base. A nivel narrativo, funciona similar a una clásica película de Jackie Chan (quien sirvió como una de las mayores inspiraciones): se enfoca en el viaje que recorre el protagonista, y pone énfasis dramático en cada uno de sus encuentros con sus rivales.
Pero esta es más que nada un pretexto para que te embarques en un viaje épico, y una aventura que te llevará a recorrer locaciones increíbles y a enfrentarte a enemigos variados. Así como el talismán es una manera de implementar una mecánica casi revolucionaria que a cada renacimiento, algo a lo que ya estamos acostumbrados en los videojuegos, le añade tensión e importancia. Tu objetivo, entonces, es acabar con los cinco jefes antes de envejecer demasiado y que se le acabe la magia al talismán.
Si esto suena difícil, es porque lo es. Los niveles son uno más desafiante que el anterior, y en ocasiones parecerá una tarea casi imposible. Pero Sloclap tiene formas de “ayudar” al jugador, como por ejemplo colocando atajos que se van abriendo con el progreso en cada uno de los cinco escenarios. También te permite desbloquear movimientos de forma permanente, lo que costará mucho más que hacerlo para una sola vida.
Lo más importante no es solo que podrás vencerlos a todos, sino que querrás hacerlo. A medida que descubres nuevos combos, y pasas por los mismos lugares y enemigos una y otra vez, encuentras nuevas y satisfactorias formas de derrotarlos; sin mencionar que siempre quieres saber qué hay más adelante, ya que el juego nos sorprende constantemente. En mi caso, ni bien llegué a los créditos, tuve que empezar de nuevo para aplicar todo lo que había aprendido, y la pasé aún mejor que la primera vez.
Aquello que realmente eleva a Sifu es el combate, sin dudas el corazón de la experiencia. Los desarrolladores se inspiraron en el estilo Bak Mei del kung fu, caracterizado por su agresión y su énfasis en los golpes cortos en rango cercano. Hay más de 150 ataques únicos, ya sea a mano limpia o con armas, las cuales se dividen en bates, bastones, y espadas cortas. Todos se pueden encadenar en combos, y también hay movimientos y habilidades desbloqueables a lo largo del juego.
Todos tus enemigos tienen una barra de Estructura, la cual vas llenando con cada ataque, y al completarse puedes ejecutarlos con mucho estilo. Tú también la tienes, e incluso si bloqueas, todo ataque llenará la tuya también. Es por eso que deberás hacer parry al momento exacto, o bien esquivar (para arriba o abajo, dependiendo de donde venga el ataque). Con cada esquive, llenarás tu barra de Concentración, la cual podrás usar para un movimiento especial que apunte a una zona del cuerpo particular de tu enemigo.
Puede llegar a parecer complicado, pero una vez que lo domines, este sistema de combate es extremadamente satisfactorio, fluido, y realista. Cada golpe, esquive, o parry tiene su impacto en la batalla, y un solo error será suficiente para morir y así alejarte un poco más de tu meta final. Te incentiva a siempre estar buscando una forma de pasar cada encuentro, ya que ni siquiera contra los enemigos más débiles podrás ganarles apretando todos los botones y bloqueando o evadiendo constantemente.
Sifu te invita a usar tu cabeza y a concentrarte en cada pelea, sobre todo contra los jefes. Estos parecen muy complicados al principio, pero una vez que descubres el “secreto” para vencerlos y te aprendes sus patrones, no habrá nadie que te pare. Debo decir que el combate final del juego, aunque tuvo cosas que me agradaron, se quedó por debajo de mis expectativas, tanto en jugabilidad como en el cierre de la historia. De todas formas, no es algo que haya impactado mi experiencia, ya que el resto del juego brilla tanto.
En cuanto a los gráficos, Sifu es fantástico. La dirección visual no se parece a nada que haya visto antes; mezcla diseños estilizados, caricaturescos y muy poligonales con colores brillantes y saturados, para que el resultado sea algo realmente único. Ya sea en los distintos enemigos o en las locaciones que visitamos, el juego no deja de ser un festín para los ojos, que nunca se siente repetitivo o aburrido visualmente.
De la mano de la dirección de arte viene el diseño de los niveles, que aunque es bastante simple, sobre todo para quienes gusten de aquellos mapas con caminos secundarios y habitaciones secretas, cumple satisfactoriamente lo que quiere lograr, y resalta en algunas secuencias cinematográficas, sobre todo en el tercer nivel (mi favorito). Y con respecto a la música, a esta se la nota un poco ausente a veces, mientras que los efectos sonoros acompañan a la perfección cada momento de lucha.
Sifu es un fantástico logro por parte del equipo de Sloclap. Una experiencia desafiante que te invita a que mejores y te superes constantemente, para llegar a un final que, aunque quizás no fue todo lo que esperaba, vale la pena por el espectacular viaje que lo precede. Una dirección de arte y sonido muy original y trabajada, junto a un sólida narrativa, acompañan al núcleo que es su complejo sistema de combate para conformar una obra que sin dudas dejará su marca este año.