Esta semana, Striking Distance Studios publicó su juego debut, The Callisto Protocol. Si bien es una nueva desarrolladora, el talento que posee no carece de experiencia: quien está al mando del estudio es Glen Schofield, quien antes estuvo a cargo de Visceral Games y Sledgehammer Games. Es decir que estuvo al frente de proyectos como Dead Space, y algunas de las entregas más aclamadas de Call of Duty.
Con The Callisto Protocol, Schofield se unió a Krafton, la compañía detrás de juegos como PUBG: Battlegrounds y New State Mobile, originalmente con el plan de crear un videojuego de terror en el mismo universo de PUBG. Pronto esta idea se abandonó, y el proyecto terminó siendo seteado como una IP original. Ahora que ya está en el mercado, repasamos cómo le fue a The Callisto Protocol, y si cumplió con todo lo prometido.
La historia de The Callisto Protocol sigue a Jacob Lee, un prisionero de Hierro Negro, una cárcel de máxima seguridad en la luna muerta de Júpiter, Calisto. Pronto todo se sale de control, cuando los presos se empiezan a transformar en criaturas horripilantes. Jacob tendrá que sobrevivir y escapar de Hierro Negro, y a medida que lo haga intentará resolver el misterio de qué fue lo que desencadenó aquel brote.
De entrada, nos daremos cuenta que The Callisto Protocol comparte muchísimo ADN con Dead Space. Y es algo en lo que se hizo hincapié desde los primeros tráilers, cuando veíamos aquella cámara en tercera persona, la ambientación mezclando el terror con ciencia ficción, los encuentros con enemigos que tenemos que desmembrar y pisotear para rematarlos y que nos den loot, entre muchas otras cosas.
En esa comparación yace el núcleo de este juego: no encontrarás nada muy distinto a Dead Space, por lo que si no te interesa esa fórmula de survival horror, lo más probable es que no te llame la atención The Callisto Protocol. Pero si te gusta aquel proyecto de Visceral Games (que dentro de poco tendrá su propio remake), encontrarás que con el juego de Striking Distance, lograron tomar muchos de los aspectos y solidificarlos, si bien no varían demasiado ni se arriesgan a probar nada radicalmente distinto.
Por ejemplo, el diseño de los niveles sigue la misma filosofía: siempre será más o menos claro por dónde tenemos que irpara progresar el camino principal. Esto hace que en ocasiones se sienta algo pasillero, sobre todo cuando nos encontramos en lugares cerrados. Pero también hay rincones ocultos y caminos alternativos, que a cambio de encuentros con enemigos, nos proveen con más loot y otros secretos para descubrir.
En los apartados visual y sonoro, The Callisto Protocol es espectacular. Tanto los entornos como las criaturas, y los rostros del protagonista y los escasos personajes secundarios, son extremadamente detallados y realistas. Cada locación tiene montones de detalles visuales que nos cuentan más sobre la misma, y esto se complementa con el diseño de sonido para crear una ambientación y una historia sin palabras. Lo mismo con los enemigos: verlos y oírlos de cerca nos matará de miedo, y siempre reconoceremos los distintos monstruos gracias a estos detalles.
Sin dudas, el combate es la máxima estrella de este título, y donde más logra atraparnos como jugador. En cuerpo a cuerpo podemos esquivar, bloquear, y ejecutar combos a medida que mejoramos nuestro bastón eléctrico. También tenemos un arsenal de seis armas de fuegodistintas, cada una con sus respectivas mejoras y adecuadas a distintas estrategias y situaciones. Y como última herramienta contamos con un guante de telekinesis, que puede atraer y arrojar tanto enemigos como objetos.
En base a estos tres pilares, el cuerpo a cuerpo, las armas, y la telekinesis, se genera un sistema de combate muy satisfactorio, que fluye a cada momento y nos deja con encuentros variados y muy interesantes. Hay miles de formas de resolver cada combate, ya sea contra enemigos individuales como contra hordas; podemos arrojarlos contra paredes de pinches o explosivos, inhabilitarlos con tiros a las piernas y rematarlos con bastonazos en la cabeza; esquivar sus ataques cuerpo a cuerpo y usar la mecánica de tiro rápido para acabar con ellos cuanto antes; etcétera.
Lamentablemente, a medida que avanza el juego este combate se hace menos dinámico, debido a una zona en la que se prioriza el sigilo, y la táctica consiste en hacer ataques silenciosos, lo cual elimina al enemigo en un golpe. El problema es que estos son enemigos sin visión, y al menos en dificultad media, es extremadamente fácil (y tedioso) bajarlos uno por uno ni bien aparecen, quitándole tensión al resto de la campaña.
El final del juego, sin entrar en spoilers, también es bastante decepcionante. El juego en las últimas etapas nos tira un minijefe que se repite demasiadas veces, sin ningún tipo de variedad, y escenarios que terminan pareciendo monótonos. Y eso es antes de presentarnos con un encuentro final que se siente de otro juego, muy forzado y apurado, y de mostrarnos un final abrupto en lo narrativo, que nos prepara de forma nada sutil para lo que seguramente será el DLC de historia.
Como punto final, debo tocar un tema que es del que más se ha hablado con respecto a The Callisto Protocol: su rendimiento en PC. Desde el principio noté stutter y FPS inestables, y a mi entendimiento esto primero se ha arreglado mediante un parche. Es lamentable que el juego se haya lanzado en ese estado, y sin dudas le hubiera venido bien un retraso de unas semanas, para mejorar la situación y no manchar lo que viene a ser el resto del proyecto. De todas formas, como es algo que se arreglará con actualizaciones, no quiero dejar que influya mucho sobre mi impresión final.
Para resumir, The Callisto Protocol me pareció una experiencia entretenida casi de principio a fin, con algunos baches sobre todo para el final de la campaña. Lo espectacular y movido de su combate es lo que más atrae del juego, y se complementa con una presentación visual y sonora realmente increíble. Es un título que no se despega mucho de la fórmula de Dead Space, y nos da una versión pulida de todos aquellos aspectos, convirtiéndolo en un survival horror sólido, y esperemos que un punto de partida para que Striking Distance se arriesgue más con una nueva entrega.