Si has entrado a internet ayer, seguramente te hayas enterado de la bomba que soltó Microsoft. Pero por las dudas, repasamos: la compañía adquirió Activision Blizzard por U$S68,7 mil millones, haciéndose así con montones de franquicias y estudios, y de paso perjudicando a Sony.

Sus competidores principales en el mercado del gaming perdieron alrededor de U$S20 mil millones en valor tras hacerse conocer la noticia. Esto es porque sus acciones bajaron en un 13% luego de que se haya hecho pública la compra.

Cabe destacar que es la mayor caída de acciones que han tenido desde octubre de 2008. Al apostar por un negocio que se apoya principalmente en Xbox Game Pass, Microsoft podría estar dejando más obsoleto al modelo tradicional de consolas que aún maneja PlayStation.

También es notable que las acciones de otras compañías importantes, como Square Enix y Electronic Arts, aumentaron por la noticia. Las repercusiones del acuerdo se seguirán sintiendo a futuro, empezando por la posibilidad de que franquicias como Call of Duty pasen a ser exclusivas de Xbox.